No recuerdo detalles pero
detalles sobran
para detallar aquel ser
que la vida me cambió,
para hallar el inicio de
su descripción
navegad en la palabra de
mi voz.
Una ráfaga de luz, un
segundo sin fin,
un misterio en la nada
donde me desvanecí,
me oculté en el temor a
lo desconocido
pero hallé paz al ver su
rostro rezagado.
No soy dios para juzgar,
ni un súbdito para obedecer,
soy solo un grano de
tierra azotado por la tempestad,
en cambio el es capitán
de moradores estelares
que surcan galaxias en su
nave nodriza.
Somos peces que naufragan
bajo las olas
de aquel pescador que se
lanza a la mar,
somos frágiles gotas de
agua que descienden,
que observan las alturas
para no ver su fin.
Conocí la inmensidad de
cuanto se desconoce
y la pequeñez de nuestro
poder al conocer,
ser antropomorfo de piel
verdosa y escamosa,
cuya mirada audaz penetró
en mi corazón.
Nuestras miradas se
unieron no por mera casualidad,
pues aquel ante mi
manipuló mi subconsciente,
me hizo entrega de una
carga que pesa y me ancla,
pero agradezco la
abducción que me hizo conocedor.
Un planeta llamado tierra,
una galaxia llamada vía láctea,
solo una pieza de un
puzzle sin fin,
solo una mota de polvo de
un reinado sin rey,
un universo habitado por
entes que acechan.
Me fue otorgado un mensaje
como nuevo profeta,
una ráfaga de luz, un
segundo sin fin,
un misterio en la nada
donde se me reveló la verdad,
“navegad en el caos de
nuestra fulminación”.
Entes Moradores by https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5731754349217263648#editor/target=post;postID=8460136756084021905;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=linkis licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario